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La teoría de las dimensiones culturales de Hofstede

Cuando nuestra cultura determina (en parte) nuestra personalidad

La comunicación más allá del idioma

Durante años, los lingüistas (y los traductores) se centraron en estudiar los aspectos fijos del lenguaje sin dar la debida importancia a lo que es, en nuestra humilde opinión, el aspecto más importante de la comunicación humana: la pragmática cultural (es decir, cómo utilizamos nuestro discurso en contextos comunicativos reales).

Nuestro discurso es un reflejo de quiénes somos y de la cultura a la que pertenecemos y la manera en que utilizamos el lenguaje no solo representa nuestra identidad sino la relación que tenemos con nuestra cultura.

Uno de nuestros autores favoritos en el campo de la pragmática cultural es Hosftede y su teoría de las dimensiones culturales.

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Distancia al poder

La distancia jerárquica está relacionada con el problema básico de la desigualdad. Trata sobre cómo los miembros menos poderosos de una sociedad aceptan o no, el hecho de que haya personas de mayor rango jerárquico que estén por encima de ellos. Lo importante en esta dimensión es ver cómo manejan las sociedades las desigualdades entre las personas. La distancia de poder mide cómo las personas que tienen menos poder afrontan y se relacionan con las que poseen mayor poder o tienen un estatus por encima del suyo, como sucede entre un empleado y su jefe por ejemplo.

En palabras de Hofstede la distancia jerárquica puede ser definida de la siguiente manera: “el grado en que los miembros con menos poder de las instituciones y organizaciones de un país esperan y aceptan que el poder esté distribuido de manera desigual.”

Individualismo vs. Colectivismo

En una sociedad individualista, los miembros tienden a tomar decisiones de forma independiente y se preocupan por sí mismos y por sus familiares más inmediatos. Algunas culturas nacionales individualistas son: Los Estados Unidos, Australia, e Inglaterra. Del otro lado, en las sociedades colectivistas, los lazos grupales son fuertes y la familia incluye a la familia extendida (tías y tíos, primos, etc.). Algunas culturas nacionales colectivistas son: España, Guatemala, Pakistán e Indonesia.

 

El individualismo es característico de sociedades en las que los lazos entre las personas son laxos: cada uno debe ocuparse de sí mismo y de su familia más próxima. El colectivismo, por el contrario, es característico de sociedades en las que las personas se integran desde su nacimiento en grupos fuertes y cohesionados que continúan protegiéndolas toda la vida a cambio de una lealtad inquebrantable. (Hofstede, 1999:102)

Masculinidad vs. Feminidad

Hofstede decidió llamar masculinidad-feminidad “a la preferencia por un comportamiento de autoafirmación frente a una conducta modesta”.

Hofstede nos propone su definición de masculinidad frente a feminidad de la siguiente forma: la masculinidad se refiere a sociedades en las que los papeles sociales de ambos sexos son claramente distintos (por ejemplo, el hombre debe ser fuerte y duro e interesarse por el éxito material, mientras que la mujer debe ser modesta y tierna y estar preocupada por la calidad de vida); la feminidad se refiere a sociedades en las que los papeles sociales de ambos sexos se solapan (tanto los hombres como las mujeres deben ser modestos y tiernos y estar preocupados por la calidad de vida). (Hofstede, 1999: 149)

Control de la incertidumbre

Hofstede nos señala que la incertidumbre está presente en todas las sociedades, puesto que todos debemos enfrentarnos al problema que supone no saber qué es lo que nos depara el futuro, por ejemplo. Todos tenemos que vivir con la incertidumbre, el cual está muy presente en nuestras vidas, y para ello las sociedades brindan muchas y diferentes formas de mitigar las posibles ansiedades que la incertidumbre puede generar en cada uno de nosotros. Hofstede señala que para disminuir la ansiedad las sociedades hacen uso de la tecnología, la ley y la región.

Hofstede define el control de la incertidumbre como “la medida en que los miembros de una cultura se sienten amenazados frente a situaciones desconocidas o inciertas. Este sentimiento se expresa, entre otras cosas, mediante el estrés y la necesidad de previsión: una necesidad de normas, escritas o no.”

Orientación a largo plazo vs. Orientación a corto plazo

Todas las sociedades mantienen un lazo con su pasado, sin embargo no apartan la vista del presente y del futuro, pero la prioridad que dan a estos elementos difiere de un país a otro. Por ejemplo, los países que obtuvieron una puntuación baja en la tabla de valores de esta dimensión se inclinan hacia las tradiciones, prefieren mantener las normas y no salirse de lo tradicional, además para ellos el cambio social no es de su agrado y lo miran con recelo. Esto no es así para los países que obtuvieron un alto porcentaje en esta dimensión; para ellos adoptar un enfoque más pragmático es fundamental. Saben ahorrar y además lo promueven e invierten en educación para poder solventar el futuro incierto que pueda acaecer.

Indulgencia vs. Restricción

Esta dimensión examina la importancia de la felicidad y el control de la vida. Las sociedades con alto índice de Indulgencia (alto IVR) permiten a las personas satisfacer libremente sus necesidades y deseos, especialmente aquellos relacionados con disfrutar de la vida y divertirse. En las sociedades con altos índices de Restricción (bajo IVR), las personas suprimen sus impulsos bajo estrictas normas sociales. La gente tiene la disciplina moral en alta consideración y tiende a ser más pesimista.

Las dimensiones culturales de Hofstede aumentan la comprensión de contextos interculturales e interacciones entre personas con antecedents culturales diferentes.